Alcalá del Júcar, en la comarca de La Manchuela, Albacete, es el destino perfecto para quienes buscan pasar sus vacaciones en un entorno tranquilo y rodeados de naturaleza. Con poco más de 1000 habitantes, Alcalá del Júcar es el paraíso para los amantes de los deportes de aventura y el turismo rural.
Este pequeño pueblo, declarado Conjunto de interés Histórico-Artístico, ofrece al visitante multitud de interesantes ofertas turísticas, entre las que destacan las Rutas que se pueden hacer por su entorno más próximo o las visitas a las cuevas de su casco antiguo. Son de visita casi obligada «Las cuevas del Diablo» o «Las cuevas de Garadén», en las que los más pequeños se sentirán como auténticos exploradores al pasearse por su largo túnel subterráneo. La arquitectura de éste desconocido lugar, excavado en la montaña, deja auténticas joyas como éstas cuevas, que merece la pena visitar.
Para los amantes de la naturaleza, las rutas son la elección perfecta para pasar un día ya sea en familia o con amigos disfrutando de un paisaje único con vistas a la Hoz del Júcar. Una de las más populares es la ruta que parte de la playa Fluvial de Alcalá hasta la Ermita de San Lorenzo. Se trata de una ruta apta para cualquier visitante y que tiene una duración aproximada de una hora. Durante el recorrido, se pueden ver las «casas cuevas» situadas en la ladera y detenerse a contemplar las magníficas vistas que ofrece el pueblo.
Para los más aventureros, Alcalá de Júcar ofrece un sinfín de actividades que estimulan al viajero más intrépido. Emocionantes descensos en balsas por los rápidos de las aguas del Río Cabriel, descensos en rápel por las laderas del Valle o descensos en piragua por el Rio Júcar. Y para los que busquen aún más adrenalina, también se puede practicar Puenting desde más de 20 metros de altura.
Finalmente, y para terminar con la jornada, nada mejor que reponer fuerzas con una buena cena. En Alcalá del Júcar podremos disfrutar de una gastronomía que combina lo mejor de la tradición Manchega con lo mejor de la cocina Mediterránea. No os podéis perder los embutidos, las carnes de caza y sus dulces típicos.