Alcalá del Júcar: El paraíso del turismo rural.

La arquitectura de éste desconocido lugar, excavado en la montaña, nos invita a conocer los paisajes que inspiraron a Miguel de Unamuno. Calles empinadas de piedra, casas cueva y castillos medievales que se asoman a la hoz que forma a sus pies el río Júcar.

Este pequeño pueblo, declarado Conjunto de interés Histórico-Artístico, es el destino perfecto para quienes buscan perderse en un entorno tranquilo y rodeado de naturaleza. Con poco más de 1000 habitantes, es el paraíso para los amantes de los deportes de aventura y el turismo rural.

01. Cuevas de Garadén

En pleno casco antiguo se encuentra la Cueva con más historia de la localidad. Sus orígenes se remontan al siglo pasado cuando era utilizada como un zona de paso hacia Levante. Su túnel subterráneo, de más de 170 metros, era un puesto de centinelas donde cualquier viajero que quisiera cruzar debía pagar tributo.

Ésta cueva constituye una de las pocas muestras de cueva fortificada que se conocen en  la Península y su visita resulta obligada.

 02. Castillo

De origen almohade (siglos XII-XII), fue asentamiento íbero, romano, árabe y cristiano.

Cuando Alfonso VIII conquista la zona del Júcar hacia el año 1.213, el castillo pasa a manos cristianas y posteriormente, pertenece al Señorío de Villena.

El Castillo está constituido por un torreón pentagonal y dos torrecillas de planta circular en los ángulos rectos, con tres alturas en su interior. En el exterior aún quedan restos de la primitiva muralla y en algunos tramos aún pueden apreciarse marcas de  fusiles de las guerras carlistas. Destaca su impecable estado de conservación.

Durante el verano puede visitarse de Lunes a Domingo de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas. Precio: 2€.

03. Ermita de San Lorenzo

Se trata de una pequeña ermita de cruz latina edificada sobre un premontorio en el interior de la Hoz del Júcar. A consecuencia de un hundimiento, fue restaurada en 1742. En su interior encontramos pinturas en lienzo que se remontan al año 1500.

04. Espacios Naturales

Adentrarse en los meandros del Río Júcar  es dejar atrás un recorrido lleno de álamos, chopos, castaños y sauces para dejarse seducir por un rio que se distingue por el color esmeralda de sus aguas .

El cauce del Río Júcar atraviesa numerosas zonas boscosas hasta formar un cañón de gran belleza paisajística que deja a su alrededor un agreste paisaje. Es una visita imprescindibles para los amantes de la naturaleza y una zona de gran interés geológico.

 

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